“Mitch, 75,000,000 VOTOS, un récord para un presidente en funciones (por mucho). Demasiado pronto para rendirse. El Partido Republicano finalmente debe aprender a luchar. ¡La gente está enojada!”, indicó el presidente, quien continúa en negación sobre su derrota electoral.
Trump, quien obtuvo 74.2 millones de votos, no comentó sin embargo que su oponente Joe Biden ganó más de 81 millones.
McConnell reconoció este martes la victoria de Joe Biden unas cinco semanas después de que triunfara en las elecciones del 3 de noviembre.
El reconocimiento del senador líder llegó luego de que el Colegio Electoral le diera efectivamente los 306 votos electorales que la fórmula Joe Biden y Kamala Harris obtuvieron en las elecciones.
“Esta mañana tenemos oficialmente un presidente electo y una vicepresidenta electa… El Colegio Electoral ha hablado. Así que hoy quiero felicitar al presidente electo Joe Biden, que no es un desconocido para el Senado y se ha dedicado durante muchos años al servicio público”, sostuvo.
Trump, arengando a sus seguidores desde Twitter, reaccionó al reconocimiento de McConnell renovando sus reclamos infundados de supuestos fraudes electorales en estados en los que él perdió.
El pedido de McConnell a los republicanos en privado
En este contexto, McConnell además pidió a sus colegas republicanos en privado que no se unieran al esfuerzo de los miembros de la Cámara de Representantes para seguir tratando de descartar los resultados desfavorables a Trump, indicaron reportes de The New York Instances y CNN.
Según reportes, miembros republicanos de la Cámara de Representantes planean oponerse a los resultados de las elecciones el próximo 6 de enero, cuando el Congreso se reúna para ratificar al Colegio Electoral.
McConnell, quien esperó cerca de cinco semanas para reconocer a Biden como ganador, ahora trabaja para poner fin a los intentos de su partido fieles a Trump para sembrar dudas sobre la elección y seguir intentando revertir los resultados.
El periódico neoyorquino indica que McConnell, el republicano con más poder del Congreso, está “tratando de evitar un espectáculo partidista” que podría además terminar por dividir a los republicanos entre seguir leales a Trump y proteger la institucionalidad histórica del proceso electoral estadounidense.