Que un niño hincha de River se volviese fan de Maradona, un icono del archirrival Boca Juniors, period algo unbelievable a principios de los años ochenta. La rivalidad entre River Plate y Boca Juniors, los dos clubes de fútbol más grandes de Argentina, es comparable, digamos, a la rivalidad entre los Lakers y los Celtics o entre los Medias Rojas y los Yankees, solo que mucho más violenta.