El Garnacha ha anunciado su intención de no inscribirse en Tercera División de Fútbol Sala debido a la situación sanitaria y la dificultad económica para cumplir los protocolos contra el COVID-19. Luis Nicolás, entrenador del equipo logroñés, explica su postura a NueveCuatroUno: «El entrenador y el delegado no tenemos muchas ganas de empezar, no vemos la necesidad con el riesgo que conlleva. Los protocolos que nos han enviado son una burrada de cosas y nuestro membership no está muy capacitado para cumplirlas. Priorizamos la salud y el fútbol sala no es esencial».
«La Federación Riojana de Fútbol retomó la temporada queriendo empezar en noviembre (se aplazó debido al confinamiento perimetral de La Rioja y los cierres de Logroño y Arnedo) y querían que todos los partidos aplazados se jugaran también, jugando uno o dos partidos por semana», explica el técnico. Las circunstancias no son nada fáciles para la entidad y las dificultades logísticas disuaden a los futbolistas: «Hicimos una reunión y solo había cuatro jugadores dispuestos a jugar, no teníamos ni número ni equipo competente».
Nicolás no tiene claro que la temporada vaya a reanudarse y afirma que hay más equipos en su postura: «Yo tengo contacto con otros, pero no sé si en realidad darán el paso de renunciar o no, por lo menos seis equipos pìensan lo mismo que nosotros». El bloque toma una decisión que puede causarle perjuicios a nivel deportivo. Si el membership renuncia, vendría un descenso de categoría inmediato, como indica Nicolás. «Otra sanción derivaría a no poder ascender a la temporada siguiente, que depende de la Federación Riojana. Podríamos no subir en uno, dos o tres años, ellos decidirían…».
El Garnacha intentó hablar con el resto de entidades para intentar aplazar la competición durante el mes de noviembre: «Las posturas de todos los clubes eran la misma, la mayoría pidió un correo interno para aplazarse. Se hizo una intentona en noviembre y nos reunimos todos en un grupo. Las posturas de todos los clubes eran prácticamente la misma, la mayoría de ellas pidió un correo interno para aplazar o suspender la competición».
Al ultimate, fueron las medidas sanitarias las que obligaron al aplazamiento, pero Nicolás no se rinde: «Si hay clubes que dan el paso adelante, tendríamos que hablar entre nosotros».
Dificultades económicas y logísticas debido a la pandemia
Los protocolos son muy exigentes: take a look at semanales, comunicar todos los resultados a la Federación, tener un delegado de COVID, un sanitario, un ATS, la recomendación de entrenar con mascarilla: «Han sacado protocolos y los van actualizando cada semana. Si sale un positivo y has entrenado con mascarilla, no te vas de cuarentena y sino, pues no. Sé que los take a look at solamente eran para los jugadores, ni el cuerpo técnico ni los auxiliares entrarían. No lo entendemos».
La Federación abona los take a look at, pero Nicolás expone una problemática adicional: la cobertura de mutualidades. «Siempre hemos tenido unas mutuas a pagar de un coste elevado (250 euros para entrenadores y 160 para jugadores), comparado con Aragón y Álava. Debido a la suspensión de las competiciones en marzo por el COVID-19, las cuotas se han reducido un quince por ciento. El problema es el siguiente: «Después de pagar esa mutualidad, suspenden la liga y no te dan ninguna garantía de devolución. Es un poco a fondo perdido, yo lo planteé en dos ocasiones y no me supieron responder».


El Garnacha celebra su ascenso, antes de que el coronavirus llegara a la sociedad
Para el Garnacha, el coste de estas fichas ronda los 3.000 euros, «más de la mitad de nuestro presupuesto». Si a esto se une la dificultad de la normativa, el horizonte se pone difícil: «Por un lado está el protocolo del polideportivo, por otro Logroño Deporte, por otro la Federación y algunos clubes, con cantera, pueden tener su propio protocolo. Pueden llegar a ser cuatro distintos, lo regular es que se solapen, pero aún así, es un lío».
En línea con el resto del deporte riojano, los jugadores no pueden usar los vestuarios: «Tengo cuatro jugadores de Nájera juntos en un coche, no pueden ni ducharse y vuelven juntos a Nájera. Si encima los jugadores tienen que usar su propio coche, period un tema que les echaba para atrás y ya me dijeron que no estaban dispuestos a jugar. Hay que tener en cuenta que supone un gasto further en los desplazamientos».
A todo lo expuesto se suma, de forma obvia, la preocupación por la salud: «El fútbol sala a nuestro nivel no es esencial, hay otros equipos que tienen una estructura de membership y ganas de prosperar. En nuestro caso, pensamos en la salud y los problemas que puede tener una persona si da positivo. Todos estamos trabajando e incluso hay gente estudiando. Esto puede repercutir en nuestro trabajo. Esenciales son mi familia, mis amigos y mi trabajo», explica Nicolás.
«Somos quince personas que venimos de distintos ámbitos y nos juntamos en una cancha. Si ya estamos haciendo esfuerzos para no juntarnos con la familia y los amigos, todos los fines de semana te juntas con un equipo de fuera y me parece innecesario. Bastante secundario, teniendo en cuenta las prioridades que tengo».