

“No estamos bien y vamos mal”, ha advertido este miércoles el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon. La curva epidémica vuelve a estar en expansión y los contagios se multiplican. Según los cálculos que maneja el Departamento de Salud, del 8 al 15 de diciembre, se han producido 11.800 nuevas infecciones, un 76% más que las registradas la semana anterior. “Lo que pensamos es que hay que reducir movilidad e interacción social”, ha insistido Argimon. Con la velocidad de transmisión del virus al alza y a una semana de la Navidad, cuando se esperan más encuentros sociales, el Govern estudia si frena su plan de Navidad, que flexibilizaba las reuniones familiares hasta 10 personas y retrasaba el toque de queda a la 1.30 h.
Los últimos datos consolidados de la Generalitat, que corresponden a la semana del 6 al 12 de diciembre, ya apuntan el ascenso registrado desde esta semana: la velocidad de transmisión del virus (la Rt, que mira a cuántas personas contagian, de media, un positivo) sube a 1,22 —por encima del umbral de 1 que marcan las autoridades sanitarias como límite para mantener a raya la epidemia— y los nuevos contagios detectados ascienden a 8.610. La curva se dispara. “Con los datos de ayer, día 15, el virus ha ido avanzando. Casi 12.000 pacientes y la Rt estaría alrededor de 1,45 o 1,50. Tres días parece poco, pero en una pandemia como esta, tres días importan mucho”, ha explicado Argimon en una entrevista en Catalunya Ràdio.
El virus está en fase de expansión y el secretario de Salud Pública ha admitido que habrá que tomar medidas. “Ha pasado lo que pasa siempre con este virus. Es la interacción, la movilidad para hacer algo con alguien. Es muy duro de explicar, pero una característica que es saludable, que es ser sociable” en esta pandemia genera riesgos, ha dicho Argimon. El alto cargo sanitario no ha querido avanzar qué medidas estudia el Govern y si está en juego la reapertura de los bares y restaurantes, por ejemplo, que estuvieron un mes cerrados en la primera ola. “Si la causa es movilidad, pensaremos en reducir la movilidad y la interacción. El contagio es siempre muy difícil de saber y conocer, pero todos sabemos dónde socializamos. Si alguno estaba la semana pasada en las grandes ciudades, vio que en los centros de esta ciudad había mucha gente. El Govern está analizando los datos para tomar las decisiones”, ha indicado Argimon.
La presión hospitalaria sigue siendo muy elevada y el sistema sanitario no se puede permitir otro repunte, como el vivido en octubre. Hay 1476 personas hospitalizadas, 345 en cuidados intensivos. “La segunda ola empezó con 140 en la UCI y llegamos a 600. Ahora partimos de 345″, ha advertido Argimon. Si la curva vuelve a dispararse a esa velocidad, avisa: “Prácticamente convertimos los hospitales en una UCI covid y eso tiene un coste en listas de espera, en retraso diagnóstico… No se puede pensar que todo seguirá igual. Todo no se puede hacer”.
Aunque Argimon no ha concretado qué medidas serían las más adecuadas para frenar la expansión del virus, sí ha insistido: “Cuanto antes, mejor”. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, dijo ayer que esta semana el Govern se pronunciará sobre cómo queda el plan de desescalada y las medidas específicas para Navidad, aunque descartó dar un paso atrás en la reapertura y cerrar los bares.
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