CIUDAD DE MÉXICO.- Alfonso Morales comenzó su carrera en 1970 trabajando para Canal 11 y se encontró con el deporte que lo hizo famoso años después, cuando lo enviaron a narrar una pelea de boxeo, entre Carlos Palomino y Wilfredo Benítez.
En una entrevista reciente, recordó que le habían dado 10 mil dólares para pagar los derechos de transmisión, pero cuando llegó al aeropuerto de San Juan, Puerto Rico, fue cuestionado sobre su visita al país, por los nervios se le olvidó la maleta, “cuando me cae el veinte, digo ‘¡la lana!’, pero Dios ha sido generosísimo conmigo, me regreso y me cube ‘¿qué quieres ahora?’, ‘quiero mi maleta’”.
En 1980 llegó a Televisa, donde compartió micrófonos con grandes cronistas como Pedro Mago Septién, Jorge Alarcón y Antonio Andere.
En la década de los noventa su voz se ligó de manera inconfundible con la lucha libre profesional, tanto en transmisiones de funciones de las empresas Triple A, como del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), haciendo dupla con Arturo Rivera, fraguando una ‘rivalidad’ en los micrófonos, pues Morales defendía a los técnicos mientras que su compañero apoyaba a los rudos. Fue inducido en el 2018 al Salón de la Fama de la empresa Triple A.
Morales se tituló como médico psiquiatra, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, y dado su porte y personalidad, se creó el mito acerca de que tras la máscara de Tinieblas, se escondía el rostro del comentarista.
En noviembre de 2019 hizo una de sus últimas apariciones públicas, ya que el gobierno de Michoacán le brindó un reconocimiento por su carrera en los medios.
