Que si este mes me llega la letra del coche. Que a ver si puedo cuadrar las vacaciones con todos los compañeros. Que si se me calentó la boca demasiado, que seguro que Fulanito está echando pestes por mi comentario de esta mañana… Cualquier cosa nos quita el sueño. Es regular. Lo que no es recurring es que la mera contemplación de la posibilidad de no dormir bien nos deje en vela toda la noche. Pero sucede, y tiene nombre. No poder dormir por el estrés que genera preocuparse justo por ello se llama ortosomnia, y es un fenóme…
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es free of charge
Gracias por leer EL PAÍS