Hace exactamente un año los cafeteros celebraban que empezaban a salir de una disaster que empezó en 2018, pero fue más aguda en la primera mitad de 2019 cuando la carga en Colombia estaba incluso por debajo de $650.000 (hay que recordar que el nivel de producción está en más de $780.000).
Por eso, trabajar a pérdidas generó no solo endeudamiento, sino hasta temor por una posible sustitución de cultivos en algunas zonas. Con ese historial, resulta paradójico cómo esa industria pasó de días con números en rojo, a un 2020 con los mejores resultados de la última década; teniendo en cuenta que en 2010 el valor de la cosecha cafetera cerró en $4,3 billones, luego en 2011 subió a $4,9 billones y, ahora, para terminar diciembre de este año registró un récord de más de $9 billones.
“Volvimos a ser rentables para la economía, el sector cafetero no habla de una bonanza, pero sí de un periodo en el que el productor puede tener ganancias para seguir pensando en la caficultura como negocio y con oportunidades a futuro”, dijo el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (Fedecafé), Roberto Vélez.
Incluso, para el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, “este año, en medio de noticias tan preocupantes en varios sectores, es innegable que uno tiene que aplaudir y reconocer al café como un jalonador de la economía, en su momento incluso con las bolsas de empleo en las regiones aportó a un movimiento de puestos cuando en todo el país se hablaba de desempleo”.
En el Ministerio de Agricultura, los caficultores fueron los “aliados en los agronegocios del año”, tal como dijo el jefe de esa cartera, Rodolfo Zea, al mencionar que “se ve un trabajo de café especial que ha venido por años en los procesos de mejorar las variedades, más resistentes a males y con mejor oportunidad de sabor para el mercado internacional”.
El ejemplo más claro de esto fue cuando se conoció la noticia de que 2020 no solo quedó como el mejor en una década, sino también como el de los récords en las negociaciones. Finalizando noviembre, productores locales lograron que medidas de tan solo una libra fueran compradas en países como China por más de US$30.
Una cifra de ese nivel parecía impensable hace varios años, más en medio del mercado native que tiene una oferta por bolsas de 1 kilogramos desde US$2 o menos.
En términos de producción, hay que aclarar que el sector cierra con datos parciales a noviembre, que dejan al mayor productor mundial del grano arábigo suave lavado con márgenes por más de 1,4 millones de sacos de 60 kg (en el penúltimo mes), lo que representó una caída anual de 4% frente a los más de 1,5 millones de sacos producidos en noviembre de 2019.
En lo corrido de 2020 (enero-noviembre) la cosecha cafetera superó 12,1 millones de sacos, 7% menos en comparación con los casi 13,1 millones de sacos producidos en los primeros 11 meses del año anterior.
Mientras que el gran logro quedó en los últimos 12 meses (diciembre 2019 a noviembre 2020), la producción superó 13,8 millones de sacos, 4% menos frente a casi 14,4 millones de sacos producidos en igual periodo anterior.
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