China acusó este sábado a Estados Unidos de “acoso” después de que la administración Trump colocara a decenas de empresas chinas, incluido el gigante de chips Smic, en una lista negra para evitar que accedan a tecnologías estadounidenses debido a sus supuestos vínculos con el ejército chino.
El Ministerio de Comercio chino dijo que “se opone firmemente” a la decisión de Estados Unidos y prometió “tomar las medidas necesarias” para defender los derechos de las empresas chinas.
Pequín acusó a Estados Unidos de “abusar de los controles de exportación y otras medidas para restringir continuamente” a las empresas extranjeras, y pidió a Washington “que detenga el unilateralismo y el acoso”.
Además de Smic, el Departamento de Comercio de Estados Unidos dijo el viernes que su Oficina de Industria y Seguridad había agregado “más de sesenta otras entidades a la lista de entidades por acciones consideradas contrarias a la seguridad nacional o los intereses de la política exterior de los Estados Unidos “.
Lee también
Concretamente, esta designación impide que las empresas estadounidenses exporten, sin licencia, tecnologías de origen estadounidense a las empresas objetivo.
Las empresas incluidas en la lista negra incluyen entidades en China “que permiten violaciones de derechos humanos, que han apoyado la militarización y reclamos marítimos ilegales en el Mar de China Meridional, de entidades que han adquirido componentes” de origen estadounidense en apoyo de los programas del Ejército Common de Liberación, así como de entidades y personas que se han involucrado en el robo de secretos comerciales estadounidenses ”, detalló el ministerio.
EE.UU. ha puesto en su lista negra a empresas que considera que permiten violaciones de derechos humanos y que le han robado secretos comerciales
Washington agregó una disposición que prohíbe específicamente al grupo de semiconductores Smic adquirir tecnología para construir chips con circuitos de 10 nanómetros o más pequeños, la mejor clase de chips en la industria.
La medida es una forma de presionar al fabricante de chips, un campeón nacional que ha recibido miles de millones de dólares en subsidios estatales y que está en el centro de los esfuerzos de Beijing para mejorar la autosuficiencia del país en tecnologías críticas. .
