El embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, destacó que, a pesar de las restricciones impuestas por el coronavirus, durante este año se duplicaron las exportaciones de carne y los avances en el intercambio en ciencia y tecnología, al realizar un stability de la gestión al frente de la representación argentina en ese país, que conduce desde junio último.
En ese marco, dijo que si bien no se pudieron organizar misiones comerciales ni desplegar las herramientas clásicas, con “las herramientas remotas, la labor conjunta con los distintos actores, una buena dosis de creatividad y muchas horas de trabajo” se logró cerrar “un año muy bueno”.
“Estamos cerrando un año atípico en el que se vio afectado el comercio exterior, que es el principal eje de gestión que nos fijaron nuestro presidente Alberto Fernández y nuestro canciller Felipe Solá”, dijo Urribarri en su stability, según se informó oficialmente.
El exgobernador entrerriano dijo que el indicador más saliente es que en marzo de 2021 se habrá duplicado el volumen de las exportaciones de carne kosher respecto de 2019.
“Alcanzaremos para esa fecha un volumen superior a las 50 mil toneladas por un valor de 220 millones de dólares, lo que coloca a Israel en el segundo lugar después de China en la compra de carne argentina”, precisó el embajador.
Entre otras gestiones, mencionó la llegada de varios contingentes de rabinos que viajaron a la Argentina para certificar la faena en frigoríficos y las capacitaciones sobre certificación kosher que convocaron a numerosos participantes.
A la par, contó que se trabaja en la exploración de oportunidades para ampliar la oferta exportable a productos como vinos, jugos y carne aviar, entre otros, y desde la Embajada se impulsa la actualización del Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur e Israel, el primero de su tipo en ser firmado por el bloque comercial.
En el intercambio en ciencia, tecnología y conocimiento, después de meses de trabajo, seis provincias -Mendoza, San Juan, Corrientes, Entre Ríos, La Rioja y Jujuy- firmaron un convenio por el cual médicos y otros profesionales de distintas disciplinas accederán a un programa de entrenamiento sobre el desarrollo del hashish medicinal dictado desde la Universidad Hebrea de Jerusalén, cuyas investigaciones datan de décadas y colocaron al país a la vanguardia mundial.
Para el año próximo, se proyecta también un intercambio de experiencias entre especialistas argentinos, la Agencia de Hashish Medicinal del Ministerio de Salud de Israel y el Instituto Volcani, un organismo related al INTA, sobre el mismo tema.
También para principios de 2021 está previsto el lanzamiento de la convocatoria para las becas en las que, a propuesta de la embajada, se trabajó en los últimos meses junto al Instituto Weizmann, a la Asociación de Amigos del Weizmann en Argentina, al Ministerio de Ciencia y Tecnología y al Conicet.
De esta manera, investigadores argentinos podrán hacer sus postdoctorados en una de las instituciones de ciencia más importantes del mundo.
La gestión de los recursos hídricos también es parte de la agenda bilateral: antes de fin de año, se firmará un convenio marco entre el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) y Mekorot -la empresa pública que con soluciones de avanzada gestiona un recurso que en Israel es escaso- al que luego se sumarán distintos municipios.
Otro logro destacado es el intercambio entre Hadassah, principal hospital de Israel, y el Garrahan argentino, donde los profesionales de ambos hospitales participan de simposios para intercambiar experiencias.
El conocimiento que allí se produzca será transmitido a 300 efectores de salud pública de todo el país.
En materia de defensa, se está trabajando en la renegociación del convenio de modernización de las unidades del Tanque Argentino Mediano (TAM), firmado en 2015 y discontinuado durante el gobierno anterior; mientras que en agricultura, los ministerios de ambos países ya generaron los contactos políticos para avanzar en un intercambio, y este mes se concretó la primera reunión.
Las gestiones para incrementar el tráfico aéreo entre ambos países, la reanudación de la negociación de un convenio para evitar la doble imposición y la promoción de inversiones israelíes en la Argentina, son otras de las iniciativas en marcha.
También concretar los proyectos de la Pink de Científicos Argentinos en Israel, potenciar intercambios entre las universidades de ambos países y continuar con las visitas a kibutz para detectar estrategias y herramientas en los planes de industrialización de la ruralidad en Argentina.
“Desde el principio, le pusimos a la embajada una impronta ejecutiva que combina muy bien con el espíritu pragmático de los israelíes y los resultados de estos primeros seis meses están siendo positivos”, concluyó Urribarri en su stability de gestión. (Télam)
